Este texto fue escrito por Carlos Mario Bravo Ramirez.
Lo retomo para que quede en la posteridad de este personaje tan trascendental en la sociedad guarceña}
El Retiro 02 de mayo de 2014
Quiero empezar este relato, recordándole a los interesados que don José Sacramento Bravo Piedrahita (Chepe) es un Guarceño de pura cepa nacido en el sector de Pempenao; que fue una posada donde sus abuelos hospedaban a hombres y recuas de mulas, después de largas jornadas con sus cargas que traían de otros departamentos con destino final Medellín. Es hermano de Luciano Bravo del dueto Luciano y Concholón (Patrimonio nuestro).
En los años mozos, el aguardientico era uno de sus amigos entrañables y por lo regular era demasiado eufórico y expresivo, todo el mundo lo conocía y ni bolas paraban, al punto de hacer cerrar el comando de la policía. Se paraba al frente a gritar alabanzas al comandante de turno a la policía y al gobierno; todos los policías se ubicaban en el extremo opuesto (el atrio de la iglesia) mientras todos los parroquianos se divertían mirando el cuadro, en una ocasión se fue caminando por el centro de la plaza que mostraba un panorama de puertas entreabiertas con sus tenderos adentro mirando por la hendija. ¡Se metió a la iglesia! -dijeron. Yo subí con otras personas a mirar cuando, estuvimos allí, escuchamos que gritaba a todo pulmón de rodillas y frente al cristo: -¡Jesucristo, bendito; decime quien fue el que te mato; para yo ir a cobrárselas!- El curita no tuvo más que hacer sino interrumpir la misa mientras varias personas lo ayudaban a salir.
No estoy seguro si fue en esta misma ocasión, se fue y ensillo su yegua (la venenosa) y se dirigió al cementerio. Era un buen animal; pues la hizo saltar el quiebrapatas y subió hasta la puerta principal del campo santo; se bajo y al intentar entrar encontró la puerta cerrada con un candado y cadena. Porque estaba ya de noche. En medio de sus guaros pensó en subirse por encima de la reja y así lo hizo, se encaramo con tan mala suerte que en una punta metálica de estas que sobresalen como lanzas y apuntan hacia el cielo se le enredo la parte de atrás de su jean lee, muy fino por cierto, que al descolgarse, quedo colgado sin posibilidad de maniobrar para incorporarse; siempre estaba tomado y por eso era mucho más difícil la labor, trato y trato de salir de semejante lío hasta quedarse dormido ahí colgado. Se imaginan la situación. Pues allí amaneció hasta que a las seis de la mañana llego "Marchan", el sepulterero que se extraño mucho. Desde la distancia vió que en la puerta del cementerio estaba una yegua colorada, esperando a alguien. Lo primero que hizo Marchan, fue abrir para mirar quien era el personaje, ya que colgaba para el lado de adentro. Cual fue la sorpresa al ver a semejante personaje, allí sujeto como un títere. Chepe Bravo, quien más iba a ser; pensó- Le insistió llamándolo hasta que despertó descontrolado y perdido. Había amanecido colgado en el cementerio. Marchán más o menos en media hora logro explicarle que la única forma de bajar de ahí, era aflojando la correa. Con mucho esfuerzo lograron desabrochara cayendo don Chepe al suelo en calzoncillos y a un pantano, quedando los jean colgados en el mismo lugar pero volteados al revés.
Su yegua continuaba inmóvil y pensativa atada a la reja.
Este espacio en la web, contara hechos trascendentales del Municipio de El Retiro, Antioquia. Es dedicado para los que quieran conocer más sobre este pequeño rincón del mundo
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