domingo, 26 de octubre de 2014

Grandes fiestas en el Retiro

Hoy compartimos con nuestros lectores un artículo titulado "La Fiesta de los Negritos" publicado por la revista Distritos en su edición número 17 de 1969. Esta revista se puede consultar en la biblioteca de la Universidad de Antioquia. 

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-"el doctor Cálad lloraba cuando al despedirse los esclavos, besaban el suelo que les dio libertad”- 

Imagen tomada de la biblioteca de la Universidad de Antioquia.
Esta fue impresa por Silvestre Balcazar en 1869-1870

La Tradicional “Fiesta de los Negritos”, que cada año se conmemora en El Retiro con puntal exactitud, tuvo en sus comienzos un sentido netamente religioso, pero que con la evolución de los tiempos ha venido a caer en una celebración eminentemente popular. Su implantación  -por decirlo así- se debe a que en este municipio nació o se puso la primera piedra para la liberación de los esclavos debido a la generosidad testamentaria de doña Javiera Londoño. Para ilustración de este breve recuento, nos ceñimos a lo que al respecto dice el doctor Julio César García en su obra histórica:

“Corresponde el título de precursora de precursores del movimiento anti-esclavista en Antioquia, a doña Javiera Londoño, casada con el Sargento Mayor don José Ignacio Castañeda y Atehortua, en el siglo XVIII”
En 1767 otorgó, ya viuda, carta de libertad a 125 esclavos suyos, en circunstancias tales, que los herederos se consideraron gravemente damnificados y dijeron:” que solamente estando loca podría haber cometido semejante desatino” doña Javiera a pesar de la crítica, les concedió las minas del “Guarzo” para que las explotaran por su cuenta, con la sola condición de que celebraran cada año la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores.
Es extraordinario ver, como después de muchos años, cuando ya los esclavos habían emigrado a otras regiones, hubieran acudido siempre, año por año, a cumplir con el compromiso y los hubieran transmitido a sus descendientes que sin saber la causa de este imperativo, venían al Retiro a celebrar la “Fiesta de los Negritos”

Y de una extensa monografía escrita por don Gabriel Vallejo con motivo de cumplirse en el año de 1914 el primer centenario de la erección municipal de El Retiro, extractamos este breve apunte, al respecto:

“Cuentan los antiguos que aquellos esclavos y esclavas ya libres entraban en formación perfecta: lucían vestiduras lujosas e imitaban en ellas a don Ignacio y a doña Javiera, es decir, a la usanza española; el doctor Cálad salía a recibirlos en procesión solemne con las imágenes de San José y la muy querida Dolorosita. El doctor Cálad les daba a besar el portapaz de plata que se conservó en la sacristía y ha tiempo desapareció; en él veían los esclavos todo el conjunto de bienes conseguidos con la libertad.”

Después de narrar en detalle lo que eran las celebraciones, rubrica así: “Terminaba la fiesta con ofrenda en oro en polvo para la iglesia en construcción y para la vivienda de los esclavos enfermos y que se depositaban en saquitos en una cadena de linón, que era tronchada por el más viejo; el doctor Cálad lloraba cuando al despedirse los esclavos, besaban el suelo que les dio libertad”.

Juzgamos que ésta es una de las más conmovedoras festividades con que suelen acompasar su vida, los pueblos que respetan sus tradiciones.

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